jueves, 16 de octubre de 2014

Ambientalismo: liberalismo de izquierda para el subdesarrollo


El General Perón decía en Modelo Argentino para el Proyecto Nacional, entre otras cosas, que el capitalismo es tan salvaje que no solo condena al hambre a millones de explotados o excluidos, sino que por otro lado genera un consumismo de las minorías que contamina el planeta y es insostenible, no solo en el tiempo sino en escala.
Es el famoso ejemplo de Galeano: "¿Que pasaría con el ambiente si cada ciudadano de la India o China tuviera su propio automóvil? Pero al mismo tiempo ¿No tienen derecho a tenerlo? ¿Solo los yanquis o europeos pueden tener un auto cada uno? 
Algunos creemos que una solución a la necesidad de movilidad urbana de las masas es un buen sistema de transporte público (trenes, subtes y colectivos). El ambientalista no, él te manda en bici. Porque "una bici más es un auto menos que contamina" y las variantes de ese cartelito jipi que se ve colgado en algunas bicis.


Ahora bien, si vos vivís en una ciudad pequeña o aún pueblo, va bien la bici. Porque llegas a todos lados enseguida, sin gastar un mango. De hecho en la primer china maoista es sabido que se popularizó la bici como el medio de transporte proletario. En 1950.
Ahora bien, si vos tenés un país que de largo tiene 5121 km, hay que replantearse cosas. Porque esas visiones nacen en países nórdicos ya industrializados, con otras geografía (son países más chicos), otros pisos sociales, otras necesidades. Están en otro punto de demanda social. Si se "importa" esa visión de ver el mundo, desconstextualizándola de la realidad concreta en que nace y absolutizándola ("esto es verdad para todo tiempo y lugar")... bueno, esa es la forma más fácil de equivocarse, sociológicamente hablando. 


Lo mismo pasa con planteos absolutistas contra "la contaminación" que desembocan en una actitud anti-industrial, lo cual le conviene ciertamente a los países del primer mundo ya industrializado, que elimina así competencia. Un claro ejemplo de esto es la política anti minera. "La mega minería mata", "agua es vida" y demás eslogans efectistas lo único que hacen es cancelar por anticipado un debate necesario.
Porque resulta que nosotros tenemos, a lo largo de todo nuestro territorio nacional, una Cordillera de los Andes. Y coincide también que las provincias a su pie, mediterráneas y alejadas del mar (lo que les dificulta exportar) son a su vez de las más pobres de la Nación.
Si ya Mariano Moreno planteaba en 1810 en su Plan de Operaciones explotar por parte del Estado el Cerro Famatina en La Rioja...
Que existen riesgos ambientales, ok. Ahora yo me pregunto ¿Cómo hizo un país serio a más no poder como Canadá para desarrollar su minería sin destruir su naturaleza? Porque Canadá es potencia minera y debe su desarrollo a dicha actividad. Australia también. Entonces el planteo es poder dictar un marco regulatorio adecuado y exigirle a las multinacionales que operen la actividad con la misma seriedad con la que lo hacen en el primer mundo. Que no se ahorren "unos mangos" haciendo las cosas mal porque no les importan las consecuencias total no temen sanciones. Y vayamos más allá y planteemos la posibilidad de un esquema de empresas mixtas, 49% privado 51% estatal. 
Pero el planteo fundamental es para mi el siguiente: la exigencia de industrializar al menos en parte la materia prima en origen. Que al lado de la mina de estaño haya una fábrica de baterías de auto. Porque sino, se va la empresa y quedan las remiserias, los kioskos y los puticlub. Ya lo vimos cuando Menem cerró la mina de hierro en Sierra Grande y mató el pueblo. Algo que Néstor evitó en Río Turbio.


Yendo específicamente a Chubut, donde el grito de "No a la Mina" hizo punta en Esquel, se desprenden varias lecciones de dicho episodio. La primera es que debe consultarse a la comunidad, y esa consulta debe ser vinculante. Debe respetarse la voluntad popular plebiscitada, que no significa que transcurridos algunos años no pueda volver a hacer una nueva consulta popular, que arroje otro resultado tal vez. Ello nos lleva a la segunda lección que es que hay que hacer política señores. Hay intereses legítimos, hay ideales legítimos, lo que también hay es mucha desinformación, sin querer y queriendo también. Cada sector, supongamos la UOCRA porque crea empleo por un lado, y la Cámara de Turismo porque cree que afectará el activo ambiental por el otro, deberán crear opinión y alianzas con otros sectores sociales. Política, ni más ni menos. Pero dentro de los marcos democráticos, posibilitando el debate, respetando al rival. Y no pensar que porque el otro piensa distinto es un hijo de puta que quiere envenenar a los niños o un traidor a la patria. Nos merecemos más que eso.
La última lección que se propone es que no es lo mismo un lugar turístico como Esquel, con lagos, parques nacionales, centro de esquí, etc. que un pueblo en el medio de la Meseta como Gan Gan, donde no hay laburo y la gente mata su ocio con los vicios. Por que otrora comunidades ganaderas (laneras) luego de la ceniza están en la lona. Y desconocen lo que es un salario. O un salario industrial, que es otra cosa.
Entonces, como decía aquel tema de las Manos de Filipi Ballenas:
"Que me importan las ballenas,
que me importan los pingüinos,

yo quiero un ejército de locos que me saque de la tumba..."

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