La
fórmula presidencial del Frente para la Victoria despliega una vertiginosa gira política
por las provincias argentinas buscando respaldar a los candidatos a gobernador
del peronismo y aumentar su propio nivel de visibilidad e intención de voto en el
interior.
En
ese marco, resulta llamativo el orden del cronograma. Sabido es que Scioli es "de apoyar en las buenas y en las malas", como se demostró con sus viajes a Río Negro por Pichetto, a Santa Fe por Perotti y su aparición en CABA apoyando a Mariano Recalde. Sucede que está comprobado que esos fracasos parciales no le
afectan directamente en su imagen ni en su intención de voto. Misterios del
blindaje Scioli. No obstante este gesto es muy valorado por los gobernadores, que apoyan en bloque a Scioli y seguramente pueblen su gabinete con sus segundas líneas fungiendo de cantera federal de funcionarios.
Lo
cierto es que nada menos que el primer viaje de la flamante fórmula fue a la provincia de Córdoba, territorio hostil al kirchnerismo. No solo por su
componente “campero” y el pasado desencuentro con la resolución 125, sino porque su
gobernador De la Sota ,
de buena relación personal con Scioli, es además de furibundo antik,
precandidato presidencial en las PASO del Frente Renovador. Es en ese marco, sabida la pésima relación y pica personal de Zannini-de origen cordobés- con De la Sota , que el primer viaje de
campaña a Córdoba en apoyo del candidato a gobernador “k puro” Acastello no
puede dejar de leerse como un guiño a Zannini y una mojada de oreja al
“cordobesismo”.
El
segundo viaje de la dupla kirchnerista fue a tierras riojanas a apoyar al
candidato a gobernador peronista Sergio Casas, que disputa el cargo este domingo frente a una coalición hegemonizada por la UCR. Allí no solo
habló Zannini, sino que Scioli ponderó las políticas sociales kirchneristas y
la intervención del estado en el desarrollo de la economía. Algunos despistados incluso pretendían que Scioli fuera a insultar, en su propio pago chico que lo adora, a quien lo inició en la política: el ex presidente peronista Carlos Menem. Cosas de la
antipolítica.
El
jueves de esta semana la fórmula presidencial kirchnerista también realizó un
viaje, en este caso a Santa Cruz. Allí, más allá de las actividades “formales”
como la inauguración del Café Literario NK, lo cierto es que la fórmula presidencial brindó un
fuerte apoyo en la cuna del kirchnerismo a la precandidatura a la gobernación
de Alicia Kirchner, que fungió de anfitriona en un escenario donde le
gobernador Peralta no estuvo (algo poco resaltado), y al debutante candidato a diputado nacional
Máximo Kirchner.
Si
bien es cierto que el cronograma electoral impone el recorrido (en qué provincias se vota primero), son destacables los guiños y señales que se
desprenden de la gira. Fuertes respaldos a La Cámpora en el caso de actos junto a Recalde y
Máximo; mojadas de oreja a quienes juegan por afuera como De la Sota con Massa y una buena
dosis de realismo peronista en el caso riojano.
Así
será la campaña, milimétricamente calculada en su diseño, orden de apariciones,
discursos (no es menor que Zannini haga siempre uso de la palabra) y fotos.
Donde la política tiene mucho de ritual y algunos ven esquizofrenia, existe en
el fondo un profundo realismo político.
(publicado en politicargentina.com)
(publicado en politicargentina.com)
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