domingo, 24 de agosto de 2014

¿Cristina quiere que gane la oposición en 2015?


Ciertos lanzamientos de pre candidaturas presidenciales cuasi testimoniales dentro del FPV llevan a preguntarse si Cristina quiere que "florezacan mil flores " o "mil hongos alucinógenos".
Es que al lanzamiento de Taiana el viernes en Ferro, se sumó ayer el Chivo Rossi. También está Urribarri, no se descarta Aníbal Fernández, y aún no está claro si Julián Domínguez y su Grupo San Martín apuestan a la gobernación bonaerense o a la presidencia.  
Amén de la interna de verdad: Scioli y Randazzo.
Tal vez Cristina apunta a debilitar a Scioli, y como mínimo negociarle la lista de diputados para mantener allí una cuota de incondicionales que le "tensen" el Congreso, ya que ministros se eyectan y senadores se arreglan con los gobernadores, presupuesto mediante.
La discusión es si Cristina quiere que Scioli pierda o no. Si prefiere un gobierno peronista que tal vez le dispute su liderazgo dentro del PJ, o hacer la maniobra que hizo Menem contra Duhalde favoreciendo un mal gobierno de un mandato que le permita el retorno. Y convertir Calafate en Puerta de Hierro, la mítica quinta de Perón en Madrid donde toda la dirigencia buscaba instrucciones. Ciertos movimientos nos llevan a pensar lo segundo. Aquí La Política online habla de El plan de Cristina: Apostar a Macri-Sanz y boicotear la interna del peronismo .
Más allá de delirios falopa muy propios de LPO, como que Cristina buscó el default para sobreimprimir en el próximo gobierno de derecha el clivaje "endeudarores neoliberales vs. desendeudadores nac&pop", ahí si se habla de un referenciamiento de Macri por Cristina, queriéndolo ubicar como "el" interlocutor de la oposición. Sabemos de la predilección del kirchnerismo por el clivaje Nación-Ciudad y es muy beneficioso que se sobreimponga al centroizqauierda-centroderecha. La novedad es que allí se habla de una evidencia concreta:
 "El 2 de diciembre se elegirá intendente de Marcos Juárez. Se trata de una elección de gran importancia simbólica porque será la primer puesta en escena de la alianza PRO_UCR y Cristina quiere que ganen. Por eso, Zannini prohibió al kirchnerismo cordobés sumarse a una lista de unidad del peronismo que estaban trabajando y que incluso integraba a los dirigentes del gobernador José Manuel de la Sota. 'Ustedes no entienden, queremos que gane la alianza del PRO y la UCR, rompan el acuerdo y armen una lista propia que saque 4 o 5 puntos', les dijo implacable Zannini".
Esto toma fuerza cuando vemos que lo que queda vivo de la militancia juvenil del radicalismo está a las puteadas, dando por hecho que Sanz cerró. Levantamos de Artepolítica  un comunicado de los Irrompibles que dice, entre otras cosas: 
"Luego de numerosas maniobras parricidas de desacreditación, varios de los progenitores de UNEN lograron que el candidato mejor ubicado del espacio descienda al cuarto puesto en los sondeos de opinión, mientras que indirectamente colaboraron para que Mauricio Macri se consolidara en el tercer lugar. De esta forma, rápidamente encuentra carnadura el argumento por el que se sostiene que para 'entrar al ballotage' y evitar la polarización de los candidatos peronistas hay que formalizar una alianza con el macrismo".
Si la maniobra contra Binner es efectiva, la pregunta es: ¿qué van a hacer Sanz-Macri para sacarse de encima a Cobos y a Carrió? ¿Logrará convencerlos (¿Magnetto?) a Cobos de ir por la gobernación de Mendoza y a Lilita de contentarse con integrar la fórmula en la Ciudad o algún tipo de "renunciamiento por el bien de la República"?
Por otro lado, y para horror de Scioli, Massa no para de sorprender. Ya no es más el audaz bonaerense que logró vertebrar una liga de intendentes capaz de lograr construir poder territorial que garantiza a "la Provincia" sacarse de encima la intervención federal que rige desde 2005. Con el paso de Insaurralde,"Sergio" logró comerle el candidato bonaerese al FPV. Tiene a Das Neves en Chubut que será gobernador sí o sí en 2015. Sedujo a Weretilneck, que tiene chances de reelegir siendo el gobernador en funciones, con el aparato provincial a su favor y contando con la tradición radical (¿antiperonista?) de la provincia y tal vez instalando el clivaje de la autonomía frente a la Nación, simbolizada en Pichetto.


Recapitulemos: seguras San Luis, Córdoba y Chubut; muy (muy) posibles Buenos Aires, Santa Fe (Reutemann) y Salta (Romero). De acá se despende que Massa logró articular una Liga de Gobernadores paralela. Ya no es la "movida de los intendentes", a la que no nos cuesta imaginarnos sumándose al tándem sindical Moyano-Barrionuevo. Toda buena movida peronista necesita su pata en la CGT.
Como esto hace peligrar el apoyo de los "gobernas" a Scioli, sale desesperado a seducir a Closs en Misiones, que puede ser su vice si no lo son Paco Pérez de Mendoza (con las acciones en baja) o Urtubey de Salta.
Closs de Misiones, Scioli y Paco Pérez de Mendoza.
¿Prefiere Cristina perder 2015, convencida de que cuatro malos años de gestión de la derecha neoliberal no podrán destruir todo lo hecho, y que Calafate se transforme en un nuevo "Puerta de Hierro"?

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