La sorpresa que no sorprendió
La excelente elección del PRO en la ciudad de Buenos Aires, con el mismo porcentaje que Mauricio en la primera vuelta de 2011 (pero sin Mauricio) mostró que, contrario a lo que dijo en su discurso tanto Horacio como Macri, los ciudadanos porteños votaron por la continuidad. Tanto votaron por la continuidad que siguieron a quién Macri les indicó que más la garantizaba: su jefe de gabinete, su mejor gestor.
Claramente fue un triunfo de Macri, que logró transferirle votos a Larreta (nunca había ganado una elección) y demostrar que los votos del PRO son sus votos. Mostró que él es el líder e impuso a su delfín ante la rebeldía de Michetti (que no quiso ser su candidata en Provincia en 2011, que no quiso ser su vice en la fórmula en 2015). ¿Qué hubiera pasado si Michetti ganaba y Macri perdiera en la presidencial? Macri sofocó la rebeldía interna y garantizó el esquema actual de alianzas con los grupos de poder (negocios) en la ciudad, sintetizado en la figura de Nicolás Caputo, algo que el discurso de Michetti ponía en evidencia y amenazaba tenuemente.
Hay que reconocerle a Michetti que se la jugó. Apostó y perdió, pero apostó. No hay peligro para ella, es senadora hasta 2019. Si es de notar como Larreta logró posicionarse como el gestor, el que domina el día a día y tiene un equipo que lo apoya. También hay que reconocer que Larreta logró aislar a Gabriela, alineando a toda la estructura del PRO tras él, y que la ciudadanía lo notó.
Hay que reconocerle a Michetti que se la jugó. Apostó y perdió, pero apostó. No hay peligro para ella, es senadora hasta 2019. Si es de notar como Larreta logró posicionarse como el gestor, el que domina el día a día y tiene un equipo que lo apoya. También hay que reconocer que Larreta logró aislar a Gabriela, alineando a toda la estructura del PRO tras él, y que la ciudadanía lo notó.
Larreta con la segunda línea del Ministro de Cultura de Lombardi, uno de los dos ministros que apoyaban a Michetti |
Michetti no logró salir del lugar legislativo que siempre tuvo, de las buenas intenciones pero inexperta en la gestión, con planteos de vuelo político como la lucha contra el narcotráfico, la trata o el juego en la ciudad. Macri logró con su apoyo hacer de Larreta, que no tiene gran carisma ni sonrisa seductora, Horacio no es un "rubio de ojos celestes" para los porteños. Shapó.
Mauricio por su parte capitalizó la victoria en su discurso pidiéndole al país que "no tenga miedo, se anime y acompañe", cerrando la puerta a una interna con Massa, por que "es peronista".
La sorpresa
Lousteau hizo una excelente elección. Su espacio ECO quedó como segunda fuerza y él como el candidato no PRO más votado, ganando en ambas peleas a Recalde y el FPV. Su discurso "evolutivo" y su perfil no peronista, jóven, experto universitario lograron captar al sector no PRO ni peronista de la ciudad. Su desafío es retener los votos de Ocaña, que con su 5% hizo buena elección sumando a ECO (algo que no se vio en el FPV con los competidores de Recalde) y salir a sumar los votos de Michetti, votos que en gran medida eran PRO con "mejores intenciones" (voto Papal, digamos) y otros de esos votos eran tal vez massistas, tal vez "voto útil" antimacrista pero no peronista.
El dilema es que la Ciudad de Buenos Aires siempre fue antiperonista y eso significó hasta 2001, "radical". Mucho del voto PRO fue, hace mucho, radical. Macri logró captar y darle una nueva identidad a ese voto, "modernizarlo" con un look empresarial y antipolítico. Macri también logró acaparar y consolidar un voto peronista porteño, reflejado en dirigentes como Ritondo y Santilli con fuerte predicamento en el sur de la ciudad. ¿Logrará Lousteau pescar en esa franja de voto no peronista y ex radical? Si pudiera hacerlo, es probable que consolide su ventaja y entre al ballotage. No parece tan probable que un electorado que voto continuidad se anime a "cambiar un equipo que gana" por alguien nuevo, sin experiencia ni equipo consolidado que mostrar. Sí hay que valorar la apuesta de un joven técnico de animarse a hacer política.
El sorpresón
Si los objetivos eran quedar segundo como fuerza y tercero como candidato, salir tercero como fuerza y cuarto como candidato solo puede llamarse una mala elección para Recalde y el FPV. En vista de que los resultados de 2011 en primera vuelta fueron mejores que los actuales, corresponde formular ciertas preguntas. ¿Sumó o restó al Frente para la Victoria llevar tantos pre candidatos (Ibarra, Cerruti, Heller, Oviedo, López) en la interna? No por nada Scioli y los gobernadores del PJ se esfuerzan tanto en que en las PASO nacionales no haya más de dos candidatos: por temor a que la excesiva competencia interna genere una foto perdedora en la competencia con otras fuerzas.
Si el objetivo de Kirchner en 2009 al seducir a Heller fue retener al progresismo pero prescindir de Ibarra: ¿Por qué hoy son los dos candidatos? ¿Era necesario premiar al "radicalismo k" de Gustavo Lopez o a Lubertino (que impulsó a Oviedo) con candidaturas? El FPV tendrá que evitar la tentación de Fito Paéz de tildar a los porteños de retrógradas y bucear en las causas de su aislamiento electoral. Se sabe que en una ciudad con asfalto, agua y cloacas es más difícil demostrar las bondades del "proyecto nacional" que se evidencian solas en provincias del norte argentino. Pero es muy probable también que pese mucho la "obstinación capitalina" de estar en tensión con el poder nacional, ser "autónoma". Cabe preguntarse entonces qué contribuye más a una victoria: presentarse como un "delegado" de Cristina o construir un perfil propio autónomo y acaso hasta "rebelde" en cuestiones locales. Nacionalizar la campaña hablando de Cristina o decir que "el candidato es el proyecto" evidentemente no sirvió.
Se debe tener la certeza de que la única manera de terminar con la hegemonía del PRO es aceptar algunas de sus banderas ("lo que hizo bien") y apostar a fragmentar ese voto que alguna vez fue peronista. ¿Si los ex pj porteño Ritondo y Santilli de pronto dudaran de su pertenencia al PRO y vieran más negocio en integrar una fórmula PJ con Santamaria por ejemplo, qué se diría?
Si el FPV quiere ganar la nación y para eso está dispuesto a perder en la ciudad, como dice acá mendieta, no hay tales dilemas. Lo cierto es que hoy por hoy Recalde y el FPV arrancan de muy atrás y es difícil que entren al ballotage ya que tanto su piso como su techo bajaron y mucho del voto de Michetti y del voto útil anti PRO vayan a Lousteau.
Si el FPV quiere ganar la nación y para eso está dispuesto a perder en la ciudad, como dice acá mendieta, no hay tales dilemas. Lo cierto es que hoy por hoy Recalde y el FPV arrancan de muy atrás y es difícil que entren al ballotage ya que tanto su piso como su techo bajaron y mucho del voto de Michetti y del voto útil anti PRO vayan a Lousteau.
ovando es oviedo no?
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