domingo, 31 de agosto de 2014

Pensamiento Nacional para fortalecer al kirchnerismo




Hoy sale en La Nación una nota excelente de una compañera de La Gran Makro, lástima que no figure su nombre. Allí se le pega al Presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, y por elevación a Scioli, por unas declaraciones sobre liberalismo que hizo. Se lo confronta con el pensamiento nacional, contraponiendo al liberal Alberdi con el General Perón respecto al rol que debe jugar el estado en la economía.
Más allá de rescatar al último Alberdi, que combatió a Mitre y a Sarmiento, nos parece que esta discusión es clave. Porque hoy toca anclarse muy fuerte en el pensamiento nacional para no perderse ideológicamente. Poder distinguir a los conservadores populares, que siempre fueron parte del movimiento nacional, de los neoliberales que son adversarios y muchas veces "se hacen los peronistas" para desde el PJ realizar lo opuesto que Perón.
Ayer viendo un tuit de Aníbal Fernández discutiéndole a La Nación pensé eso: al conservador popular le falta discutir más con ese diario. Ojo, no con Clarín que es el grupo empresario extorsivo que lidera a los demás e históricamente condicionó a la dirigencia política de este país. Con La Nación, que es la usina doctrinaria de la oligarquía argentina.
Pero la discusión es brava porque también acecha desde el otro win el progresismo, bastante más peligroso que el clasismo a la hora de confundir almas bien pensantes. El clasismo, abstrayendo que somos un país del tercer mundo, cree que la contradicción principal  es "capital vs trabajo" al igual que en Europa y no "imperio vs nación" al igual que en África, Asia y América Latina. Clarín, queriendo pegarnos nos hace un gran favor en esta discusión, mostrando que ya lo explicó Trotsky cuando vivía en Méjico y defendía a Cárdenas en su lucha contra las petroleras yanquis:
De todos modos, me parece claro que las tareas internas de estos países no se pueden resolver sin una lucha revolucionaria simultánea contra el imperialismo. Los agentes de Estados Unidos, Inglaterra, Francia (Lewis, Jouhaux, Toledano, los stalinistas) tratan de sustituir la lucha contra el imperialismo por la lucha contra el fascismo. En el último congreso contra la guerra y el fascismo fuimos testigos de sus criminales esfuerzos en este sentido. En los países latinoamericanos los agentes del imperialismo ‘democrático’ son especialmente peligrosos, pues tienen más posibilidades de engañar a las masas que los agentes descubiertos de los bandidos fascistas. Tomemos el ejemplo más simple y obvio. En Brasil reina actualmente un régimen semifascista al que cualquier revolucionario sólo puede considerar con odio. Supongamos, empero, que el día de mañana Inglaterra entra en un conflicto militar con Brasil. ¿De qué lado se ubicará la clase obrera en este conflicto? En este caso, yo personalmente estaría junto al Brasil ‘fascista’ contra la ‘democrática’ Gran Bretaña. Realmente, hay que ser muy cabeza hueca para reducir los antagonismos y conflictos militares mundiales a la lucha entre fascismo y democracia.
El progresismo en cambio pivotea sobre el eje autoritarismo-antiautoritarismo o corrupción-ética. Discusiones como la seguridad pública, o sobre obras públicas que se hacen desprolijamente puede ser pasto de esta discusión. O la cuestión medioambiental. La cuestión minera por ejemplo. Si se raspa un poco se encuentra antiperonismo enseguida. Es de piel blanca el progresismo, siempre. Ilustrado, cree que el peronismo es analfabeto. Y nunca leyeron al General Perón.
Hay que dar la discusión acá, porque hay aliados históricos de esta etapa que vienen del progresismo (muchos ex frepaso, Nuevo Encuentro o ex PCs en general, mismo del mov. de derechos humanos) y porque hubo un "engorde" muy groso de militantes post muerte de Néstor (gracias flaco). Y los está formando 678, que es progre. Yo confío en la militancia, pero con una salvedad generacional. Si te sumaste al kirchnersimo después de 2010 pero tenés 24 años, todo bien. Pero si tenés 30, ¿dónde estabas en el 2008?

sábado, 30 de agosto de 2014

El lanzamiento de Scioli y sus "señales"// Las elecciones en Brasil y el verso anti Dilma


Vemos en Letra P el lanzamiento de Scioli y destacamos los "guiños" que levanta la nota: el lugar elegido, Martiotto y Espinosa como posibles sucesores (palo a Insaurralde), las críticas a Massa y Macri.
En otro tema importantísimo, leemos que a Dilma y a Marina Silva las dan empatadas en 34%. Ojo con esto, porque esta Silva rompió hace años con el PT y corria A LULA "por izquierda" haciéndose la ambientalista y eso. No hay que comerse la curva, queda claro cuando leemos que "el mercado" la prefiere a Marina Silva  y que el brillante asesor macrista y referente intelectual de la derecha latinoammericana Durán Barba le tira flores a morir. A bancar a Dilma y a Lula, no confundirnos.


Por último, en ésta le damos la razón a La Nación: somos un país militarmente indefenso. No garpa. Ya lo desarrollaremos en otro post, pero preocupa.
Gracias Artepolítica.

viernes, 29 de agosto de 2014

Picadillo de noticias: Inversiones en YPF/La "Crema Empresaria" y los Candidatos/¿Berni + Bossio?


YPF nacional sigue creciendo, con joint ventures. Es lindo leer estás cosas en La Nación
En el Consejo de las Américas:
  • Macri repite la receta neoliberal (no intromisión del Estado en la economia y endeudamiento).
  • Capitanich habla del origen de los problemas de la economía (caída del crecimiento-demanda de Brasil, y del esfuerzo por revertir el déficit energético-comercial-fiscal). 
  • Sanz habla de republicanismo (?). 
  • Scioli, pillo, habla de un candidato "previsible que evite un salto al vació". 
  • Massa parece que quiso ser el que "cerraba", le dijeron que no, se hizo el ofendido y no fue. Mala jugada.
  • Binner "no llegó por un piquete"
Los empresarios por su parte, compiten en hacerse "amigos" de Axel, a ver quién puede influir en él. Bobos


Berni crece en las encuestas y se muestra con Bossio. ¿El rostro amable y el rostro duro del modelo en una fórmula para la Provincia?


jueves, 28 de agosto de 2014

Lugano y Berni. El problema de la vivienda y la represión en la Ciudad de Buenos Aires



Nos tomamos unos días para pensar este post, porque es un tema sensible. Invita a la fácil, la de indignarse por la represión, decir que son todos unos hijos de puta (la Metropolitana, Gendarmería, Macri, Berni ¿Cristina?)…y olvidarse.
Y porque queríamos hablar con los compañeros. Que nos cuenten cómo la vieron. Y lo publicamos hoy que hay paro, porque ya hablamos del paro y porque nos gusta ir a contramano de la vorágine de la agenda mediática, aunque no garpe.
El sábado por orden de una jueza la Policía Metropolitana, con asistencia de la Gendarmería, reprimió y desalojó a los vecinos de la Toma Papa Francisco en Lugano. 700 familias fueron desplazadas y sus ranchos destruidos por las topadoras, al mejor estilo Cacciatore ´78. Por el gobierno de la Ciudad puso la carita la vicejefa de Gobierno Maria Eugenia Vidal. Por el gobierno nacional el secretario de Seguridad Sergio Berni.
El tema es complejo por varias aristas. La represión toca la fibra de cualquier militante que la sufrió y despierta una postura antiyuta y antirepresiva enseguida. Hay que condenarla. Pero importa dejar en claro quién fue que reprimió, saber bien cómo vino la mano. Y además animarse a pensar otras cosas: ¿Estaba bien esa toma? ¿Por qué nació? ¿El gobierno nacional tuvo un giro en su política de no- represión? ¿Cómo juegan los cálculos e intereses electorales de 2015? ¿Y los negocios inmobiliarios en la Ciudad? ¿Está bien la política de estado del Gobierno Nacional hacia la Ciudad de Buenos Aires en el tema tan sensible de la vivienda?

La toma
El Parque Indoamericano es un gigantesco “espacio verde” en el barrio de Lugano, entre Av. Cruz, Lacarra, los piletones hacia Soldati y casi llegando a la autopista “lugano arriba”. Para otros es un descampado, donde se arrojan residuos y escombros. Lo cierto es que está emplazado entre la Villa 20, que está del otro lado de Lacarra; Barrio Los Piletones-Villa Fátima hacia Soldati;  y no muy lejos (15 cuadras) está la cancha de San Lorenzo y la Villa 1.11.14 o “Bajo Flores”. A su alrededor hay varios monoblocks, los más conocidos Lugano 1 y 2 y el Barrió Samoré, de “vecinos” muchas veces furiosamente antivilleros (¿obreros? ¿Clase media baja? ¿Blancos?).
En diciembre 2010, luego de la muerte de Néstor, hubo una toma grande y una represión poco clara de la Federal, con muertos incluso. Este hecho significó un apriete de la cana como corporación a Cristina (parecido a lo que le sucedió a Correa en Ecuador en su momento) y precipitó que se le quite el manejo de las fuerzas de seguridad a Aníbal y la creación del Ministerio de Seguridad a cargo de Nilda Garré.
Esa toma se desactivó luego de un intenso laburo del Ministerio de Desarrollo de la Nación, articulando con Desarrollo de Ciudad, y donde se terminó prometiendo que por cada peso que pusiera la Ciudad pondría uno la Nación. Nadie puso un peso. Las causas siguen estando. No hay terreno para construir. Los alquileres salen muy caros porque hay mucha demanda, mucho movimiento, “mucho trabajo” y los vivos especulan. No hay una política de vivienda de la Ciudad. Tampoco de Nación.
Por supuesto que el tema reflotó. En febrero de este año hubo una toma más pequeña que la anterior, pero más duradera. Seis meses duró. Y hasta le pusieron un nombre que los proteja: “Barrio Papa Francisco”.
Algunos creen que el primer error fue dejar crecer esa toma. Que se agrande, que se ponga sólida.


¿Cómo no va a haber toma?
Hay toma porque no hay vivienda. No hay vivienda porque no hay terrenos y porque no hay créditos hipotecarios (tasas bajitas, muchos años, para el laburante). Pero al mismo tiempo no para de crecer la demanda. Hay un gobierno en la Ciudad que debe por mandato constitucional tener una política de estado frente a esta demanda ciudadana. En esta nota, Juan Cabandié da números:
“En 2001 había 107.805 personas habitando en villas y asentamientos, hoy son entre 250 y 300 mil las personas que habitan de manera precaria y el déficit habitacional total en la Reina del Plata afecta a unos 500.000 habitantes.
También deberían cumplirse las leyes de urbanización de villas, recuperando –de mínima– el nivel de inversión previo a la actual gestión. Esto significa que si en 2013 se hubiese invertido un 4 por ciento en vez de un 2 por ciento, el presupuesto en este rubro hubiese sido 1000 millones de pesos mayor, lo que equivaldría a la construcción de 3800 casas que podrían alojar a más de 19.000 personas (…) Sólo con el dinero subejecutado –es decir, no utilizado– entre 2008 y 2013 se podrían haber construido más de 6100 viviendas, satisfaciendo la necesidad habitacional de 30.000 porteños.”
Si bien Juan Cabandié es un hombre del “partido de gobierno” como dirían los radicales, los números son los números.
Ahora bien, la toma es una herramienta clásica de los sectores populares. Muchos barrios de inmigrantes arrancaron así. No todo fue urbanismo en el pasado y los orígenes de las cosas suelen ser barrosos, aunque después se emprolijen con el tiempo. En los setenta los milicos volaron muchas villas de la capital federal. El caso paradigmático fue la 31 en Retiro, que pasó de 60 mil habitantes a 12 mil en el 1983. Mucha de esa gente se fue a provincia. Los milicos solucionaban todo con monoblocks, Fuerte Apache nace en esa época. En los ochenta hubo grandes tomas de tierra, en Lomas de Zamora, Lanús y La Matanza por ejemplo. Pero una toma es distinta que una villa. Porque en la primera se trazan calles, se reparten lotes desde un principio, se jode con los servicios. Apunta a ser un barrio desde sus orígenes. La villa crece como puede, desordenada, con pasillos. Es más quilombo, menos planificada y por eso también cuesta que lleguen los servicios (ver “De la Ruta al Barrio” de Maristella Svampa). Muchas de esas tomas de los ochenta derivaron en un movimiento, que luego se llenó de desocupados y se le dijo piquetero, la Federación Tierra y Vivienda de Luis D´elía (FTV).
Pero también es verdad que hay mucho “vivo” en las tomas. Porque la toma es como el saqueo. Ambos se basan en una necesidad primaria (el hambre, el techo) pero siempre un grupo organizado “tira la primera piedra” y luego la gente se prende espontáneamente y la masividad lo torna popular y anónimo.
Esta toma era un imposible desde el principio. Porque no se iba a dejar crecer una villa en el Indoamericano. No se dejó en 2010, no se iba a dejar ahora. Pero además porque esas tierras están contaminadas. Había un depósito judicial de autos secuestrados ahí. Aceites, naftas, mercurio de baterías, durante años, contaminando la tierra. Tan es así que cuando la Fundación Madres de Plaza de Mayo con su proyecto de viviendas “Sueños Compartidos” quiso construir ahí para urbanizar la Villa 20, un juez le dijo que no, que primero había que remover no solo los vehículos sino por lo menos tres metros de profundidad de tierra contaminada y reemplazarla por nueva. Nada menos.


La Represión
Muchos compañeros nos decían asombrados que les impresionó lo “cebados” que estaban los canas de la Metropolitana. A Horacio Pietragalla (hijo de desaparecidos y nieto recuperado, diputado nacional por el FPV que milita en Lugano) le dieron hasta tirarlo y le siguieron dando en el piso. Encima después lo toreaban “cómo cobraste eh”, y eso que Horacio es grandote.
Reprimió la Policía Metropolitana por orden de una jueza, en forma constitucional, legal, por derecha”. Y la Gendarmería estuvo de contención, haciéndole la segunda a la Metropolitana, pero no participó en la represión. Mal que les pese a la izquierda y a los liberales, que por las bravuconadas de Berni ya querían endilgarle la represión al gobierno nacional y jugarle las contradicciones, chicanearlo con que había abandonado sus banderas. Por ejemplo Tennembaun, que lo ubicó Maria Rachid (legisladora porteña del Mov. Evita) cuando por twitter le dijo “yo estuve desde las 9 de la mañana, hasta las 23 del sábado y a la Gendarmería no la vi reprimiendo”.
Es muy, muy destacable que los representantes de la militancia hayan puesto el cuerpo. Hubo muchos legisladores porteños como Paula Penacca, Pablo Ferreyra, Maria Rachid, José Cruz Campagnoli de Nuevo Encuentro; el diputado nacional Horacio Pietragalla; comuneros como Facundo Roma y referentes del barrio como Alejandro “el pitu” Salvatierra que dieron el presente. Incluso el Cuervo Larroque, que tiene su básica de siempre en la Villa 20.
Que bancaron a la gente, aún no estando del todo de acuerdo con la toma.
“El sábado fue ir a aguantar y ver que estos no maten a nadie. El domingo acompañar a la gente a los paradores de la Ciudad, que zafan. Ver que se reparta la comida. Gestionar los documentos para los subsidios.”
Los subsidios son de 1.800 pesos por mes y un pago extra único de 3 mil, cuando los alquileres en la Villa 20 están entre dos y dos mil quinientos pesos.

B.E.R.N.I.
Lo que generó mucho ruido fue ver y escuchar al secretario de Seguridad bancando el desalojo, a pesar de decir que fue improvisado y mal hecho. Aunque no “prestó” la Gendarmería, e incluso parece fue una decisión directa de la Ministra, si es verdad que puso la cara y declaró fuerte. La militancia dice que le venía pidiendo hace rato que pusiera más seguridad en la zona, que “estaba picante”. Da la sensación que se hizo zona liberada para que haya delito y tener la excusa para el desalojo. Y mataron a la piba. Y hubo desalojo.
No vamos a hablar de Berni, habiendo algo tan groso escrito. Lo que sí vamos a decir es que parece que más allá de su eficacia o no, la sobreactuación de Berni parece más exacerbada que nunca de cara a una posible candidatura en 2015. Es parte del juego. A nosotros no nos asusta Berni. De hecho, nos gusta. El peronismo (el kirchnerismo) tiene derecho a tener un tipo que intente una política de seguridad distinta a la del eje Nilda-Verbistky-Arslanian-Saín (que nos gusta más, es estructural y más seria. Pero no anduvo). Y los emparentamientos con Aldo Rico o Ruckauf no pasan de chicanas baratas. Porque a Berni lo conduce alguien bien distinto, que es Cristina. Pero bueno, esto desata internas en el movimiento y dispara debates. Que hay que dar, porque sino la militancia no crece. Te corren por izquierda. Te quedás en la chiquita, en la coyuntural.

¿Tenía que quedarse la gente en esos terrenos intoxicados? No. Todos sabemos que apuntamos a una solución de fondo, posta, las casitas.  Pero ¿mientras tanto? “Esto va camino a ser Villa Cartón 2” nos dice un compañero, en alusión a la villa que se quemó en tiempos de Telerman y que fue el origen  del Parador de Parque Avellaneda.
Y acá hay que hacer una autocrítica, que es la experiencia de viviendas de las Madres. Que fue hermoso hasta que Shocklender las cagó y se choreó todo. Pero esa frustración está muy presente en la memoria viva del barrio. Y hay que hacerse cargo. Porque el gobierno nacional, frente a un distrito opositor opulento como lo es la Ciudad, tomó la sensata decisión de dejar que fuera Macri el que tuviera que poner dinero de su presupuesto para hacer viviendas y priorizar las provincias. Pero eso no pasó y el gobierno nacional bajó viviendas desde Madres, y eso no salió. Entonces la promesa que levantó la toma del Indoamericano en 2010, “por cada peso que la Ciudad ponga, pondrá otro la Nación” quedó en la nada.
La solución de fondo es regular los alquileres, para que no se zarpen con la especulación y hacer algo con las viviendas desocupadas en la Ciudad. También exigirle a Macri que ponga a disposición terrenos. Y al gobierno nacional que destine una cuota decente del Plan Federal de Viviendas a la Ciudad.
Y discutir estas cosas. Hacerse preguntas. ¿Está bien siempre que venga cualquiera y pinte una toma? ¿Todas las tomas son iguales? ¿Todo operativo que haga uso de la fuerza está reprimiendo? La definición básica de Estado es una organización que ejerce el legítimo monopolio de la fuerza en un territorio y sobre una población determinada. ¿Es lo mismo la represión de una dictadura que la de un gobierno electo que puede perder la siguiente elección?
A mí me gusta la represión “a lo Néstor”. Como cuando sacó a upa al gordo De Angelis de la ruta en 2008. Creo en eso, que la cana tiene que cobrar. Tiene que ir desarmada, solo con gas pimienta y bastones, y si cobran que cobren. Prefiero ciudadanos canas que ciudadanos civiles en el hospital. Prefiero desarmar el piquete y aparte ganar la pulseada políticamente porque tengo canas heridos. Pero hay veces que el Estado debe accionar. Y estos debates se tienen que dar. Porque si no viene cualquier jipi y te corre por izquierda.
Y Juan Domingo Perón no era trabajador social, ni boy scout. Era un Hombre de Estado. Que hacía casas.  

Sobre el paro de hoy, de los compañeros Nestornautas

Como acá ya se habló del paro en otro post, y yo hoy estoy con la cabeza en algo que me jode más, me limito a recomendar este excelente post de los compañeros de Nestornautas.

GIRANDO EN CÍRCULOS


Cuando este post esté subido estaremos en las primera horas del paro del troscomoyanismo, y alguno podría preguntar por qué no lo ilustramos con alguna imagen de los alcances de la medida; que incluyó una simpática "previa" amenizada con cortes y piquetes, tal como daba cuenta acá Gerardo.

Nosotros elegimos otra imagen, la del tablero de Diputados ayer, reflejando el amplio apoyo que obtuvo la moratoria previsional que permitirá que casi medio millón de argentinos accedan a la jubilación; porque da una buena medida del contexto en el que el paro se despliega.

Un paro (otro más y van) que parece destinado a convertirse casi en parte del paisaje, y sobre el que mucho no se puede decir, que no haya sido dicho ya en los anteriores; porque la discusión en éste punto sigue girando en círculos.

Porque es tan cierto que existen dificultades objetivas en el mundo del trabajo o que el kirchnerismo tiene pendiente recomponer sus vínculos institucionales con buena parte del movimiento sindical; como que ese mismo movimiento sindical continúa estando dividido, atomizado y perdiendo peso específico en las grandes discusiones nacionales, con una extraviada hoja de ruta que no da cuenta tampoco de muchos de esos problemas que afectan a los trabajadores.

De hecho, sentado que todo paro es político, en los que vienen desplegando Moyano, Barrionuevo y sus aliados trotskistas (en una sociedad en la que desaparecen los resquemores a medida que crece el aislamiento hacia el resto del conjunto social), el componente específicamente reivindicativo viene apareciendo cada vez mas diluido; y por momentos -prolongados momentos- exclusivamente centrado en la cuestión de Ganancias; que afecta a una porción ciertamente menor de la fuerza laboral, y no la más desprotegida.

Lo que explica en buena medida la creciente soledad de Moyano y sus socios, o la también creciente gravitación que adquieren los piquetes de la izquierda para garantizar el éxito de la medida: de allí que en esta oportunidad el propio Moyano y Barrionuevo hayan decidido suavizar su habitual retórica maccartista, para no malquistarse con sus compañeros de ruta. 

Que por supuesto son inmunes al ridículo, y por eso decidieron adelantar el happening un día, para "diferenciarse" de la burocracia sindical a la cual dicen combatir, pero de la que resultan eficacísimos aliados.

En ese contexto, carece de sentido reiterar otra vez la discusión sobre los alcances y el acatamiento del paro, o la incidencia que tienen a esos efectos los piquetes de la izquierda. En todo caso es más interesante detenerse a analizar sus posibles proyecciones posteriores; respecto a lo cual tampoco parece que este paro en particular, vaya a marcar demasiadas novedades.

En lo específicamente reivindicativo (concretamente, el reclamo por Ganancias) el que suponga que a esta altura de los acontecimientos Moyano y sus aliados tienen la capacidad de imponerle cambios al gobierno entiende bien poco de lo que está pasando; y sobre todo de la lógica política del kirchnerismo.

Y en otra cuestiones a menudo omitidas en el discurso del moyanismo -como el combate al empleo informal, las paritarias o el aumento del salario mínimo- el gobierno ha tomado la iniciativa, o ha sostenido los marcos institucionales donde se pueden canalizar las inquietudes; y de hecho así ha sucedido.

Lo que explica que, en una economía que no crece y tiene dificultades para generar empleo del sector privado o para sostenerlo, la conflictividad laboral no se haya desmadrado.

Un paro de naturaleza política (dicho esto sin connotación peyorativa, sino de simple constatación de la realidad), que goza del apoyo explícito de la "task force" de los fondos buitres, y respecto del cual el empresariado es indiferente; porque hoy tiene otras preocupaciones reales, como el avance en el Congreso de la ley de abastecimiento.

Lo que corrobora que es un paro contra el gobierno, que hace blanco en el programa económico del gobierno (sin acertar a precisar cuáles serían las alternativas que propone el sector del sindicalismo que promueve el paro); y que invisibiliza a las patronales como destinatarias de la protesta gremial.

Un paro atrapado en la lógica binaria que preside el debate político en la Argentina, y que hizo que ayer, mientras en el Senado se discutía la ley de pago local de los bonos de la deuda, la misma oposición que protagonizaba otro papelón fungiendo de infantería parlamentaria del buitrerío (y que venía de hacer de amanuense de las centrales empresariales en la discusión de la ley de abastecimiento), recibía en Diputados a una delegación de la CTA Micheli para expresarle su apoyo a la medida de fuerza: otro de los milagros que genera el kirchnerismo.

El moyanismo ampliado continúa así girando en círculos, condenado a expresar un difuso planteo de naturaleza política, sin un programa político concreto y con un liderazgo  (el de Moyano) controvertido incluso hacia el interior de las fuerzas que hoy convergen en el paro; no hablemos ya de su imagen en el resto de la sociedad.

Emitiendo señales hacia el conjunto del sistema político de cara al 2015 para ser tenido en cuenta; pero gastando a cada paro su capacidad de hacer daño, y absolutamente incapaz de generar cambios en la agenda política. 

Si Moyano y los suyos no obtienen respuesta de éste gobierno, pensar que las pueden obtener de los que hoy son prospectos a futuro para suceder a Cristina, es no entender nada de lo que está pasando en la Argentina. Y frente a esto la respuesta del gobierno al paro se puede conocer hoy: gobernar.

Si bien la moratoria previsional fue lanzada antes de decretarse el paro, no deja de ser un poderoso simbolo de época que se haya terminado de aprobar en las horas previas a que éste comience.

Mientras Moyano y los suyos armaban otro paro reclamando eliminar Ganancias para el sector de la fuerza laboral formalizada que ha sido el gran ganador de los años del kirchnerismo (porque fue el alza de sus salarios por la política oficial de sostener las paritarias lo que los puso a tiro del impuesto), el Congreso nacional aprobaba por amplísima mayoría una política impulsada por el kirchnerismo para incluir en los beneficios de la seguridad social a una buena parte de los perdedores de las políticas de los 90', hasta hoy no reivindicados.

Por eso la imagen que elegimos para ilustrar el post.

miércoles, 27 de agosto de 2014

EL DESARROLLISMO TEOLÓGICO DE DANIEL SCIOLI por Sergio Friedemann

Hoy nos limitamos a recomendar el excelente post de Sergio Friedemann en PanamáRevista 

EL DESARROLLISMO TEOLÓGICO DE DANIEL SCIOLI

scioli

Por Sergio Friedemann :: @serfri

Hace pocos días, en un acto de campaña en la Ciudad de Buenos Aires, Scioli dijo que Dios lo preparó para ser presidente y que le mandó una señal. En consonancia, afirmó que está trabajando para el cargo de jefe de estado desde que nació. Esta idea del llamado del más allá, me recordó un texto del filósofo alemán Max Weber: La política como vocación. La sorpresa fue que al googlear el nombre del texto, la cuarta entrada ofrecida por el buscador era un trabajo publicado con membrete oficial en la página web del gobierno de la provincia de Buenos Aires, escrito por una asesora de la Jefatura de Gabinete del Gobierno de la Provincia.
En alemán, el vocablo Beruf significa profesión, oficio, pero proviene del verbo rufen, llamar. Cuando Max Weber escribió Politik als Beruf, diferenció a aquellos que buscan vivir de la política, de aquellos que viven para la política. El ensayo bien se tradujo como La política como vocación. La idea de vocación, muy utilizada para otros oficios como el de los maestros, está íntimamente ligada a la de un llamado: no sabemos bien de donde proviene nuestro interés por este oficio, pero lo llevamos adelante con amor y sacrificio, con trabajo y compromiso. De algún lado proviene. Lo hacemos por vocación.
Sabemos que “vocación”, junto con “trabajo” y “compromiso”, son de las palabras más elegidas por el gobernador. ¿Dicen algo estas palabras de su proyecto político? El problema de la idea de vocación como un llamado del más allá, es que oculta el carácter histórico y político de la actividad. No nos dice nada del proyecto que está detrás de la tarea que llevamos adelante y para la cual se nos llamó.
Continuidad y cambio
Se sabe que Scioli y Massa tuvieron más de una reunión hace dos años para evaluar los pasos a seguir en las elecciones de medio término. Cuando Massa se lanzó como pre-candidato, con un discurso de “tercera posición”, el kirchnerismo salió rápidamente a diferenciarse y a demostrar que el intendente de Tigre era un exponente más de la oposición. El tigrense, por su lado, se empeñó en mostrarse por encima de la gran querella nacional, literalmente como aquel que puede transitar por una gran avenida mientras unos y otros van por veredas opuestas. Lo cierto es que hay dos veredas opuestas donde muchos ya caminan firmemente, también hay calles paralelas, gente que camina por la calle, o están aquellos que cruzan de un lado al otro según dicte el clima, las vidrieras u otras circunstancias. Tal vez Scioli tenía razón al evaluar que no convenía jugar por afuera del kirchnerismo para mostrarse como la opción de continuidad y cambio. Massa pasó rápidamente a una oposición intransigente, pero tal vez sus caminos se vuelvan a cruzar.
El gobernador bonaerense volvió a mencionar que no está de acuerdo con quienes dicen que todo tiene que cambiar después de 2015, e invitó a “cuidar los logros” de los últimos diez años. Es interesante el modo que tiene Scioli de situarse en una especie de kirchnerismo crítico de derecha, porque al poner de interlocutor a los que, desde afuera de la alianza oficialista, “critican todo”, está diciendo entonces que algunas cosas sí tienen que cambiar. ¿Qué es ese algo que Scioli quiere cambiar si es presidente? ¿Qué dice Scioli que va a hacer desde la casa rosada?

Es la economía
Axel Kicillof es Doctor en Economía y tiene una larga trayectoria como economista, como investigador y como profesor universitario. Es el primer Ministro de Economía que en las últimas décadas se apersona frente a los pesos más pesados de la economía global para enfrentarse al modelo de valorización financiero neoliberal todavía hegemónico en el “primer mundo”. Lo acusan de marxista y de keynesiano, y a sus casi 43 años, de ser demasiado joven. Scioli dijo que quiere “ser el puente entre las viejas y las nuevas generaciones que se tienen que organizar para tomar la posta”. El discurso del “trasvasamiento generacional” de Scioli, en un contexto en el que éste ya comenzó, es una forma de retardarlo. Todavía hace falta un puente. Que no se apresuren poniendo a jóvenes en lugares tan relevantes.
Claro que Scioli también se ocupa de ser fiel a su táctica electoral de permanecer dentro del Frente para la Victoria. Según cita Página/12, llamó a “tener cuidado y estar atentos” frente a “quienes proponen soluciones y quieren cambiar todo”. Enseguida, sintetizó qué es lo que sí estaba bien: la “política de derechos humanos que puso en marcha ese gran líder que fue Néstor Kirchner” y “la lucha que está dando la Presidenta para dejar un país desendeudado”. Quiere asumir la presidencia luego de pagar todas las deudas. ¿Para poder luego volver a insertar al país en la economía mundial, según reza el relato neoliberal?

Las palabras y las cosas
Si uno lo escucha a Scioli, verá que hay palabras que se repiten. “Vocación”, “trabajo” y “compromiso”, no dicen demasiado. Pero “desarrollo” e “inversiones”, son vocablos que están cada vez más presentes, y dicen mucho más de lo que se ha interpretado.
La que hace las veces de think tank del sciolismo es la fundación DAR – Desarrollo Argentino, cuyo primer encuentro realizado en junio pasado se denominó: “Argentina, del crecimiento al desarrollo”. Presidido por José “Pepe” Scioli, la fundación prevé dar un ciclo de charlas sobre diversas áreas de trabajo: Desarrollo Social y Humano; Desarrollo Institucional y Democracia; Desarrollo Regional, Mundial y Sostenible.
En mayo, La Nación preanunciaba su creación: “El gobernador bonaerense Daniel Scioli encargó a un equipo de colaboradores y especialistas en distintas áreas la elaboración de proyectos de políticas públicas, que aplicaría para impulsar “el desarrollo de la economía” del país en caso de llegar a la Casa Rosada en 2015.”
Como puede verse, la palabra “desarrollo” ocupa un lugar predominante en el discurso del gobernador. Hasta tal punto que esta semana dijo: “Eso es honrar las banderas del peronismo y la soberanía. El desarrollo es el nuevo nombre de la justicia social”. No hay mejor forma de traicionar una bandera que decir que se la está honrando. ¿Cómo planea impulsar Scioli el “desarrollo de la economía”?
Tenemos que duplicar la producción minera en el norte del país, tomando como ejemplo a Chile”. Según La Nación, en el sciolismo “se quejan” porque ven en la minería “una puerta a abrir a inversores internacionales que ayudaría a salir de la parálisis a la economía local”. Desde ya que la palabra “parálisis” es del matutino de Bartolomé Mitre. Pero lo cierto es que hace unos meses Pepe Scioli estuvo en Expomin, el principal evento de la minería latinoamericana, que se desarrolla en Santiago de Chile. El hermano de Daniel dijo allí, según el diario mendocino Aconcagua que “hay una enorme expectativa por el futuro de nuestro país por parte de las principales empresas mineras del mundo” y que Argentina “debe desarrollar de manera responsable sus recursos minerales”. Dijo que “la exportación minera chilena es de alrededor de 70 mil millones de dólares anuales, mientras que la argentina ronda entre los 4 mil y 5 mil millones de la misma moneda”. “Es una diferencia abismal la que existe cuando ambos países comparten la misma cordillera”.

Scioli_IDEA_MDQ2-300x185

Desarrollismo del siglo XXI
Muchos analistas e historiadores han identificado un cuello de botella en las políticas industrializadoras del primer peronismo en tanto no pudieron alcanzar un desarrollo de la industria básica: máquinas, petróleo y acero, necesarias para alimentar a la industria liviana. Se necesitaba de una inversión considerable de capitales, insuficientes en nuestro país, mientras que el ingreso de divisas continuó dependiendo de la exportación de productos primarios, concentrados en pocas manos. Cuando los terratenientes decidieron dejar de producir todo lo que podían, el IAPI perdió efectividad como modo de regular por parte del Estado el flujo de divisas hacia la industrialización sustitutiva. Por esos motivos, muchos estudiosos interpretaron que la única manera de continuar industrializando el país sin abandonar la bandera de la justicia social, era llevando adelante transformaciones revolucionarias de la estructura productiva, incluyendo una reforma agraria.
Nada de eso sucedió, y las propuestas que ganaron terreno fueron aquellas que evaluaron que para lograr la industrialización pesada y llevar al país al desarrollo, lo que hacían falta eran grandes inversiones de capital, sin importar de dónde provinieran. Si estas no se encontraban en nuestro suelo, había que buscar inversiones extranjeras. Las empresas multinacionales se instalaron en nuestro país, pero el desarrollo no avanzó. Los capitales así como llegaron, se fueron en forma de ganancias, y el resultado del desarrollismo frondicista fue una economía subdesarrollada, pero mucho más extranjerizada, acentuando la fuga de capitales.
Como Frondizi con el petróleo, Scioli apunta fuertemente a la minería. Propone seducir a inversores extranjeros para aumentar la producción minera e impulsar el desarrollo de la economía a partir de la industria extractiva, favoreciendo al mismo tiempo a los exportadores de productos primarios bajando las retenciones. Es cierto que el kirchnerismo también ha sobreestimado las posibilidades de perpetuar un modelo de inclusión social basado en la exportación de productos primarios, de la que depende en buena medida para mantener el flujo de divisas, pero ha demostrado también el privilegiar la inclusión social y las políticas “contracíclicas”, no “recomendadas” por los organismos multilaterales de crédito, y se ha enfrentado así a los condicionamientos que el capital financiero impone para tocar las puertas de un país dependiente. Así, cuando la restricción externa se manifestó con fuerza, los grandes lineamientos del proyecto político-económico no se modificaron, aunque la economía se frenó. En este momento, una nueva moratoria que según ANSES aspira a incorporar medio millón de jubilados, así como el plan PROGRESAR, y el PROCREAUTO, son tres ejemplos que vuelven a privilegiar la inyección de demanda para reactivar la producción, en lugar de abrir el mercado externo poniendo en riesgo los puestos de trabajo creados en la última década.

Al decir que “el desarrollo es el nuevo nombre de la justicia social“, Scioli ya se empieza a diferenciar del proyecto económico y social del gobierno nacional. Desarrollo y justicia social son dos aspectos totalmente diferentes que pueden presentarse juntos o separados. Muchas veces en la historia argentina se ha impulsado el desarrollo sin atender a una distribución progresiva de la riqueza que ese desarrollo genera. El sciolismo ha mencionado varias veces la necesidad de bajar las retenciones, insistiendo ahora en que la entrada de divisas podría aumentarse con mayor producción minera. Repite incesantemente que lo que necesita el país es el ingreso de inversiones extranjeras, pero sin decir palabra acerca de los condicionamientos que los capitales extranjeros globalizados imponen como requisitos para entrar al país. Para empezar a hablar, exigen la posibilidad de liquidar en el extranjero la totalidad de las ganancias. En una frase sorprendentemente antiperonista, Scioli dijo en Radio Mitre: “Necesitamos más inversiones. Esto se logra seduciendo al capital, no combatiendo al capital”. En el contexto de disputa con los “fondos buitre”, su afirmación no deja demasiadas dudas sobre el lugar que quiere ocupar. El que avisa no traiciona.

martes, 26 de agosto de 2014

No hay que tenerle miedo a un paro


Soy de los que eran más felices cuando Moyano era parte del kirchnerismo. Creo que se perdió un aliado importante, el representante en las últimas décadas del sindicalismo combativo.
Entiendo los motivos de Cristina para la ruptura. Creo que Hugo no se encuadró como debía,  que la vio viudita y la quiso condicionar. Cristina se anticipó, zafó el abrazo del oso.  El cupo sindical en las listas 2011 fue la excusa. La oportunidad de demostrar lealtad. Primaron el ego y un poco de misoginia de Hugo. De todos, solo D´elía supo ir al fondo del bondi, habiendo estado adelante, sin bajarse. El único. Una vez que Cristina tomó la decisión, a Hugo "ni justicia". Subsidios, aliados, paritaria testigo, funcionarios en Trabajo y Salud, CGT única, chau todo.
¿Es verdad que la economía se frenó? Sí, más por la poca demanda de Brasil que por el gobierno inepto que nos quiere hacer creer La Nación.
¿Es verdad que hay inflación? Sí, a pesar del efecto del programa Precios Cuidados, que todos coinciden fue positivo. Y a pesar también de que las paritarias hayan cerrado 30% en promedio, empatando la inflación. Actualizando el salario con los precios internos (ni más, ni menos).
¿La devaluación implicó una pérdida de salario real? Sí. Luego de una recuperación del mismo de 10 años, que no es poco ¿Un retroceso táctico? Puede ser. El dólar a 3 fue un pilar del superávit comercial del gobierno de Néstor. Más que presentar cifras de desempleo o inflación del Indec, que políticamente no nos sirve, yo enfocaría en los programas de gobierno. Porque es verdad que hay suspensiones. Es verdad que hay inflación. Pero es verdad que hay paritarias y también es verdad que está la Asignación Universal. Que no hay desempleo masivo, que están los Programas de Cooperativismo "Argentina Trabaja-Ellas Hacen" que son una red de contención social importante, el “part-time” de la clase obrera.
El gobierno creó una institucionalidad que le da movilidad al salario real del movimiento obrero. Instrumentos como la actualización de la jubilaciones (en medio de una nueva moratoria), de la AUH, las paritarias, el mínimo, vital y móvil, etc.
Pero bueno, la economía se frenó. Hay un poco de bronca, pero más que nada miedo. Moyano y Barrionuevo (y Micheli y Pitrola) hacen su juego.  No hay que asustarse por un paro. Más si los colectivos no paran.

3 polémicas

                   

Primera_ Hay que remarcar que el piquete ya no es una herramienta válida. Menos si no sos desocupado. Fue la herramienta de lucha de una época, como el escrache. Hoy si sos obrero hacé huelga. Si sos estudiante, militante o lo que sea, hacé una manifestación, una marcha. En los piquetes la legitimidad la da la masividad. No es lo mismo D´elía con 5 mil personas cortando ruta 3 en la matanza en 2001, que 15 estudiantes cortando Callao y Corrientes. Abusando de que el gobierno no movía un dedo (hasta que llegó Berni). Cristina alguna vez lo dijo: "cualquiera es revolucionario sabiendo que no hay represión".  Si un laburante viene cansado en un bondi y ve que está cortado por 500 tipos, quiere llegar a la casa y prender la tele a ver qué pasó. Si ve que está cortado por 30 personas, los quiere cagar a trompadas. Y es legítimo.
Ya no hay ni siquiera la creatividad de subir al bondi a volantear, o hacerlo en los semáforos.

Segunda_ ¿Qué es más importante desde el pensamiento nacional, un sindicalista rebelde a un gobierno entreguista o un sindicalista leal a un gobierno nacional y popular? Porque tenemos la contradicción de Moyano plantándose ambos. Y “los gordos” siendo leales a ambos. A mí no me preocupa la subordinación de los gordos. Sí la desunión del movimiento obrero, que le quita potencia y sostén a un gobierno que impulsa reformas.

Tercera_ Creo que Artemio, dolido por no contar más con el moyanismo en el movimiento, enfoca mal una discusión, haciendo “cargo” a la juventud de algo que no le corresponde. Comparándola al pedo con “la gloriosa” y la JTP cuando dice:
"Un retroceso histórico notable en la tradición de las organizaciones peronistas de base ,  por ejemplo la frustrada y frustrante JTP en los 70 se armó en diez meses, acá llevamos diez años y mucho más de silencio en materia de militancia gremial - y en especial juvenil -`kirchnerista´ . Edison, apure con la lamparita que se viene la noche. Les cabe Cámporas, como que no!"

           

Seamos claros: la izquierda avanza donde el sindicalismo peronista duerme. Siempre hubo sindicalismo combativo y "del otro" en el movimiento. Pero no le corresponde a la Cámpora renovar las comisiones internas. Sí a la Juventud Sindical. Así se pactó con Néstor en vida, no repetir el error de la JTP vs la JS como en los setenta. Y Facundo se fue con Hugo (y con "Sergio"),  qué se le va a hacer. Pero la deuda es cómo el moyanismo no pudo armarle la interna a los gordos en casi 10 años, incluido el papelón en Comercio. Cómo no se pudo dar vuelta al n°2 o el n°3 de cada gremio y destronar a los Cavalieri, West y compañía. El crecimiento de la izquierda es un justo ¿castigo?


lunes, 25 de agosto de 2014

¿Daniel Scoli, felpudo o alfombra voladora del kirchnerismo?


Leemos que la respuesta de Scioli frente a las múltiples pre candidaturas que afloran en el FPV, no se quedó solo en las declaraciones a Taiana, sino que se corporizó en una linda finta política que consistió en que el alfil sciolista Marangoni saliera a pedir primarias para todos los cargos nacionales. Si, legislativos también, con lo que abre el paraguas a un armado de Cristina de la lista de diputados para imponerle a “Daniel”.
Se ve que esto tocó alguna fibra porque desde el pingüinismo más duro salieron a pedir la cabeza del Presidente del Banco Provincia al instante.
Habrá que ver si Scioli se mantiene firme y logra sostener en su cargo a Marangoni, algo que debe empezar a hacer si sueña con heredar al kirchnerismo y que hasta ahora solo logró con Casal, Papa Francisco electo y cabezas de Garré-Verbitsky mediante.
También si Cristina activa algún tipo de bomba política, aprovechando el poder de fuego que le queda, como por ejemplo atar las primarias obligatorias para cargos partidarios a una ley que también imponga primarias simultáneas y obligatorias en los sindicatos, diseñando un escenario donde gane en cualquiera de las dos circunstancias. O si negocia la baja de las otras candidaturas y su apoyo formal a Scioli a cambio de armarle la lista de diputados como el mal menor último.
Lo que nos interesa discutir aquí es la táctica de Scioli, o sea la táctica del felpudo. Que deberá mutar si quiere ser Presidente. Como se dice en el truco: “Mate si quiere ganar”.


¿Lealtad, felpudismo o qué?
Lo que para muchos es felpudismo, para Scioli es lealtad. Allá por 2003 se fue de boca cuestionando la política de derechos humanos impulsada por Néstor y el disciplinamiento le cayó como un rayo, le sacaron la Secretaria de Turismo que conservaba bajo su órbita y lo escondieron de todos los actos. Aprendió. Tanto aprendió que cuando hubo que enfrentar a Duhalde, se quedó con Néstor. Cuando en 2007, a pesar de su historia y predilección por la “Ciudad” lo hicieron ir por la “Provincia”, fue sin chistar. En 2008 en plena colisión con “el campo” Scioli bancó, a su modo, con un “con la comida no se jode”, pero bancó. En 2009 en el peor momento de la consideración pública para con el kirchnerismo Scioli fue a la muerte anunciada de las candidaturas testimoniales (algo que desde acá defendemos si es que queremos hablar de reconstrucción del Sistema de Partidos. Los capitanes se ponen la cinta por el equipo, no hay que escandalizarse tanto).

Murió logicamente, pero le hizo la segunda a Néstor cuando los grandes medios le pedian a gritos que se pase de bando. Hubiera sido el tiro del final, peor que Cobos.
Y no se pasó. Tal vez porque, como se desclasificara luego en wikileaks, “no es golpista”.
Allí nació la leyenda del felpudo, desde los grandes medios. Desde su rencor, desde la figurita que no pudieron robar. Cierto es que Néstor fue alimentando eso cuando lo retó con el “dígame quién le ata las manos Gobernador”. O los varios desplantes y ahogos presupuestarios de Cristina, el último en la paritaria docente 2014.
Pero Scioli aguanta confiado en las encuestas y en su “probada lealtad” que lo hace kirchnerista para las grandes mayorías (muy a pesar del núcleo duro del propio kirchnerismo). En la “previsibilidad” y “sentido de la responsabilidad” (Weber manda un gran saludo) que él cree suficiente para sumar el apoyo de la dirigencia del PJ, la empresarial y la sindical.
¿Por qué el kirchnerismo no lo quiere de heredero?

 ¿Conservador Popular o Neoliberal infiltrado?
Es verdad que Scioli es un “moderado”, un “componedor” ¿Un tibio? Si bien es cierto que no es un impulsor de grandes transformaciones, el Gobernador sí ha demostrado temple frente al escarnio mediático. Nos interesa entender por qué hay dos lecturas tan contrapuestas de lo que significaría un eventual mandato suyo. Algunos lo consideran “pasar de 5ta a fondo a 3ra regulando”, graficando que si no habrá grandes batallas contra los poderes constituidos, tampoco se destruirá lo logrado como la AUH, política de derechos humanos, unidad regional, la ley de Medios, etc.
Otros creen que a pesar de haber transitado más años (y en puestos más importantes) bajo el kirchnerismo que en el menemismo,  Scioli es en el fondo un neoliberal. O que por lo menos será tan cobarde frente a Clarín en el poder que se dejará presionar e imponer agenda e intereses. Lo que lo haría un presidente de Clarin, puesto por el kirchnerismo. Un infiltrado liberal en filas peronistas. La pesadilla menemista reloaded.
Siempre hubo conservadores populares en el peronismo. Desde su fundación con el vicepresidente Quijano. También en los setenta con Solano Lima.  Interesa desdramatizar esto de que sería una contrarevolución si sucediera un mandato suyo. El paso a la “resistance”. Al punto que se prefiera que pierda el kirchnerismo, que gane la derecha “pura y dura”. Porque si es muy deseable para la democracia poder hacer un traspaso de mando con la oposición (sí, aun con Macri, en caso de que la mayoría del pueblo lo eligiese debido a errores nuestros), confiando en que la institucionalidad de los avances conseguidos los garantice; no menos deseable es hacerlo dentro del peronismo. Que un peronista le ponga la banda presidencial a otro “por la buenas”. Porque a pesar de su programa e intención, en el fondo un Presidente debe someterse a la correlación de fuerzas inherente a la política. O sea que es un “surfer” de estados de opinión de la ciudadanía, masa crítica y organización de los distintos sectores de la sociedad civil y las corporaciones, etc. Lo que en todo caso invita al desafío de crear correlación de fuerzas, “olas”, que obliguen a surfear "para este lado".
Puede resultar naif, pero si es verdad que el peronismo es un sistema político en sí mismo (con izquierda y derecha) que cubre todo el espectro y “ofrece todo” al ciudadano-consumidor, es deseable desdramatizar. Quitarle épica al asunto en pos de una posibilidad de transición institucional. A pesar de que uno prefiera a los jacobinos. Porque tal vez la sociedad "se haya calmado, quiera algo más tranqui y esta vez no acompañe”. Porque lo que estuvo mal fue la traición de Menem a las tres banderas, no Cafiero en aceptar que perdió la interna. Y tal vez un proyecto para superar la etapa gregaria (fundacional, lider-dependiente) necesite un ala jacobina y una conservadora.
Aunque al Gobernador los Intendentes no lo respeten, porque los recursos no llegan de La Plata sino de la Nación; y a pesar de la “maldición” que reza que nunca un Gobernador de Buenos Aires logró convertirse en Presidente (habría que ver si Massa no expresa en mayor medida el poder territorial verdadero de la PBA); Scioli tiene una gran intención de voto. Lo cual en un sistema de partidos fuerte (que se impone a la lógica del federalismo, porque posibilita que un dirigente que nunca fue Gobernador llegue) es condición suficiente. Y nosotros necesitamos un sistema de partidos fuerte (como tanto jode Pagni en La Nación).
Tal vez incluso traiga beneficios secundarios, como que los hijos “maten” a los padres. Porque en esto nadie se jubila y “hay caballos que se mueren potros sin galopar”.