Hoy los peronistas conmemoramos el Día de la Lealtad, en que el pueblo trabajador rescató al General Perón de su prisión en la isla Martín García y lo depositó en el balcón de la Casa Rosada, para que trabaje para la felicidad del pueblo y por la grandeza de la Nación.
Hoy, 69 años después de aquel 17 de octubre y a 40 años de la muerte del General, seguimos habiendo peronistas. Y los seguirá habiendo.
¿Pero qué significa la Lealtad en el peronismo? Primero fue la lealtad a una persona, a Juan Domingo Perón, conductor del movimiento y creador de su doctrina (si antiperonistas, hay doctrina, lean a Perón que escribió mucho). Pero luego Perón murió, y el peronismo devino de movimiento en partido. Allí nació la frase "el que gana conduce y el que pierde acompaña" porque siempre la unidad fue un valor en el peronismo, la autoridad la dan los votos y "para un peronista no hay nada mejor que otro peronista". Pero ha habido conductores de todas las layas en estos últimos 40 años, como correlaciones de fuerza ha habido en el mundo, porque también enseñó el General que "hay que adaptarse a la evolución de los tiempos". La famosa fortuna de Maquiavelo y la virtú para adaptarse.
Entonces, hubo conductores neoliberales como Menem, conservadores-populares/industrialistas como Duhalde y "desarrollistas con inclusión social" como Néstor y Cristina.
Aníbal, que algo sabe de peronismo, suele decir que:
"Rescato que Néstor, que era profundamente peronista y Cristina, que es profundamente peronista, nunca fueron ávidos de `dar´ el discurso de Perón pero sí de volcar la política que Perón concebía como la política popular o la política del trabajador (...) el peronismo pasa hoy por la política que Néstor y Cristina llevaron a la práctica, porque ellos no se olvidaron ninguna de las materias que enseñaba Juan Perón. Ejercen el magisterio conceptual completo"
Hay quienes se quedan en la "liturgia" (gerontes generalmente) y andan peronómetro en mano diciendo quién es peronista y quién no. Y eso es una bobada, porque el peronismo es movimentista (no una estructura partidaria como la UCR o la izquierda) que se apoya en las "organizaciones libres del pueblo" ("agrupaciones" sueltas) y utiliza la herramienta electoral (PJ) solo en elecciones. Y al aparato del Estado. Siempre el intendente es el jefe del PJ local, el Gobernador del Provincial y el Presidente del Nacional, entonces a veces se resuelven pujas de poder partidarias al interior del Estado.
Pero en lo ideológico, el peronismo son sus tres banderas: Soberanía Política, Independencia Económica, Justicia Social. En ese orden, porque son correlativas. Algunos agregan Integración Latinoamericana también, lo que nos lleva ya al concepto de Tercera Posición, etc.
Lo que queremos remarcar es lo siguiente: el peronismo se apoya ideologicamente en el Pensamiento Nacional creado por FORJA. Y Jauretche nos enseñó que el movimiento nacional tuvo distintas expresiones históricas (desde los patriotas de 1810, los caudillos federales, el yrigoyenismo radical, hasta llegar el peronismo, que lo abandonó momentáneamente en los noventa). El peronismo es el continente del pensamiento nacional. Gramsci dice que los partidos tienen un ciclo histórico, una vida y una muerte. Y Néstor lo devolvió a la vida.
En los primeros años del exilió de Perón, Jauretche apuntaba a detectar el sector menos duro del frente antiperonista y operar sobre él. Así fue que nació el pacto Perón-Frondizi, a instancias de Cooke, pero sobre una idea que Jauretche y Scalabrini Ortiz venían martillando desde el semanario Qué. Al principio Perón era renuente, porque es verdad que había quedado aturdido por la reacción del ´55 y sus peores años de conducción fueron los que van del ´56 al ´58 donde, en el mayor momento de debilidad del movimiento, solo apostaba a la línea dura y el sabotaje. Perdón a los que sientan que lo dicho le quite un ápice de mística a la gloriosa Resistencia Peronista.
Entonces, hacia afuera detectar en qué sectores de la oposición democrática anida pensamiento nacional y patriotismo genuino, para construir consensos y gobernabilidad.
Hacia adentro: es necesario desmitificar algo. Muchas veces sobre cúpulas dirigenciales enquistadas, tanto en el partido como en los sindicatos, sectores del movimiento decidieron "jugar por afuera". Es válido, es parte del manual no escrito del peronismo. Pregúntenle al viejo Cafiero. Si la apuesta prospera, se copa por afuera la conducción. Si fracasa, se vuelve al redil "castigado" y al fondo del bondi. Porque el movimiento es eso, un gran bondi donde el conductor maneja y los leales y los ex adversarios van adelante, al medio o atrás, todos mezclados. No vale la pena bajarse, siempre con las Tres Banderas en cartel, yendo desde estación Pueblo, pasando por estación Democracia hasta cabecera Patria.
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