Aníbal Fernandez y Julián Domínguez se disputan los vices
20.05.2015
/ ¿Cómo quedarán las fórmulas del FPV en Provincia de Buenos
Aires?
Luego del “baño de humildad” sugerido por la
presidenta, la catarata de renuncias a la carrera por la gobernación
bonaerense no se hizo esperar. La carrera ahora es por los vices, que
se disputan el jefe de Gabinete de ministros y el Presidente de la
Cámara de Diputados.
por Santiago Costa para Politicargentina
Luego
del “baño
de humildad”
sugerido por la Presidenta, la catarata de renuncias a la carrera por
la gobernación bonaerense no se hizo esperar. Candidatos endebles en
cuanto a conocimiento público e intención de voto (condiciones
necesarias, pero no suficientes para competir con posibilidades de
éxito) dieron el paso al costado.
Así desfilaron bajando del
estrado el vice ministro de desarrollo social de la nación y
referente de Kolina Carlos
Castagnetto;
el joven y exitoso intendente de Berazategui Patricio
Mussi;
los ministros sciolistas Cristina
Álvarez Rodríguez y Santiago
Montoya;
y el vicegobernador actual Gabriel
Mariotto.
El
caso más resonante sin dudas fue Diego
Bossio,
no solo por liderar la intención de voto en las encuestas hasta el
momento del ingreso de Aníbal
Fernández,
sino por tener una supuesta fórmula acordada con Sergio
Berni.
Este último siguió en carrera junto a Julián
Domínguez,
el mencionado jefe de Gabinete de la Nación y los intendentes de La
Matanza Fernando
Espinosa,
y de Lomas de Zamora Martín
Insaurralde, quienes
no aceptan ningún tipo de baño de humildad por el
momento.
Descontando el caso particular de Insaurralde, sobre
quien el kirchnerismo hará sonar el escarmiento de la obligada
reelección municipal por sus reiterados amagues de deslealtad, el
resto de los ex candidatos bien pueden valer un vice. En ese caso a
los ministros excluyentes (Fernández y Domínguez) pueden
acompañarlos dirigentes con poder territorial (los intendentes
Espinoza y Mussi), con perfil en el combate a la inseguridad (Berni)
o con experiencia en el manejo legislativo en una siempre compleja
Legislatura Provincial (Mariotto). ¿Pero cuáles son las fórmulas
más posibles? ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de los
candidatos a gobernador del FPV?
Circuló con intensidad la
posibilidad de la fórmula Aníbal-Berni. Sin embargo, esa
combinación sufre de exceso de “azul” y peca de dura. Es que al
aporte de hombre de acción, incansable y eficaz de Berni se suma la
experiencia de Aníbal Fernández como ministro del Interior
coordinando a la Policia Federal. Además, ambos son reconocidos por
interpelar a los jueces, por evitar la mano dura sin ser “progres”
ni “garantistas”. Es lo más duro que puede ofrecer el
kirchnerismo por dentro de los derechos humanos. Esa fórmula no se
complementa y satura, aún en la provincia de Buenos Aires donde la
inseguridad es la principal preocupación ciudadana.
Tanto Mussi
por su buena gestión y “refrescante” juventud (algo que en el
caso de Bossio parece haberle jugado en contra, “tener tiempo para
la revancha”), como Espinoza por manejar el principal distrito y
ser representativo del PJ son números puestos a vice. Domínguez
parece inclinarse por el primero. No se sabe si Fernández se inclina
por el segundo, que podría ser el heredero simbólico de Alberto
Balestrini, y no hay dudas de que desde la vicegobernación al sillón
de Dardo Rocha el trayecto es más corto que desde una
intendencia.
El FPV tiene hoy por hoy como partido, como espacio
político, la mayor intención de voto en la Provincia. Sin embargo
no todo es color de rosa para ambos candidatos. Julián Domínguez
debe luchar contra cierto desconocimiento del electorado. Esa fue la
razón por la que desde la Casa Rosada asignarán en su equipo al
publicista Enrique “Pepe” Albistur, otrora Secretario de Medios y
jefe de campaña de varios candidatos kirchneristas.
Por su parte,
Aníbal Fernández cuenta con una imagen negativa sensiblemente
superior al promedio, que no le quita intención de voto por si le
asigna un techo. Por su estilo, si hay un lugar donde pesa menos ese
techo es en la provincia de Buenos Aires donde se valora su
experiencia de trabajo y ese estilo arrabalero de tener pocos pelos
en la lengua.
Faltan ver encuestas actuales, spots de campaña y
actos que pongan en escena niveles de adhesión, así como saber si
un episodio como vivido en la Bombonera la última semana no le da un
plus a Berni que no lo deje afuera de una fórmula.
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