Leemos en minutouno que ayer el Movimiento Evita lanzó en
Ferro a Jorge Taiana como precandidato Presidencial y creemos que eso dispara un
gran debate ausente.
Porque por ejemplo Gerardo Yomal lo considera "un despertador para Cristina".
Y Scioli sale a decir que el país "no necesita un revolucionario, sino un continuador del proyecto". En el medio, de todo.
Es verdad lo que dice Yomal cuando dice que el
Evita no necesita demostrar lealtad y que siempre se manejó con autonomía (cita
las críticas a la represión en panamericana y a la postura
"antiporteña" del pingüinismo. Yo agregaría que el Chino Navarro es
uno de los pocos dirigentes que no pide permiso para ir a TN a debatir). También es
cierto que Taiana es un tipo muy querido por la militancia y que sufrió un
destrato al pasar de ser el canciller de la unidad y la integración latinoamericana
del kirchnerismo, a simple legislador porteño (ni jefe de bloque).
Lo que más pondera Yomal, “el despertador”, es la
idea de que el Evita le estaría haciendo un verdadero favor al proyecto
nacional, uno auténticamente militante, al salirse del verticalismo que impone
la conducción y plantar un programa que apunte a profundizar el kirchnerismo.
Y acá la duda.
Porque el Evita es hermoso por lo especial. Con
sus orígenes en Quebracho y la CTD Aníbal Verón (que le dan chapa de haber
resistido los 90s), Pérsico fue de los primeros que le dio bola a Néstor y
salió a construir, de arriba para abajo. "El puente de plata entre el estado y
los humildes". Fue bicho y jugó como ala izquierda por dentro del PJ. “Todas las
contradicciones adentro, y después vemos” era una frase de Pérsico que la
militancia repetía como mantra allá por 2005. Siempre tuvo iniciativa propia,
como querer reflotar la JTP (algo que Néstor dio de baja para no generar una
contradicción con la CGT), o apoyarse en militantes históricos de la agrupación
H.I.J.O.S. para construir la JP Evita (caso Capital, Rosario, Córdoba. Sigue siguiendo el Edu Toniolli). Mismo
hoy el “sindicato de cooperativistas” que plantea (montado sobre la estructura
del Programa Argentina Trabaja).
Pero también el Evita muestra muchas
limitaciones. Una es que cada un par de años pasa la guadaña hacia adentro y grandes
cuadros medios quedan en el camino (la historia de Gildo Onorato es bastante
ilustrativa). Tampoco convence su actitud rapaz frente a la estructura del
estado, donde los espacios ministeriales solo sirven para acrecentar la orga y
no se gestiona en lo absoluto. El ministerio de salud y el de agricultura dan
fe de ello. De ahí se desprende también una actitud de “estar de los dos lados
del mostrador” de los compañeros en territorio, donde a veces son llano y a
veces gestión.
Pero lo nodal para mi es otra cosa y atraviesa a
todo Unidos y Organizados, kirchnerismo puro o como se le quiera decir, y es
que con coherencia ideológica pero sin referencia electoral no se hace ningún
favor a la continuidad del proyecto. Es el caso de funcionarios muy
sobreideologizados pero piantavotos (Kunkel, Conti, D´elía, Mariotto, etc).
Eso a nivel “jetones”. A nivel organizaciones es
peor. Porque toda la guita desplegada por el Estado Nacional, via
Ministerios, en Programas (demasiados de
ellos excelentes y desconocidos, o sea, subejecutados) no se traduce en
capital electoral. O sea, si la
estructura del estado está llena de militantes y las orgas son intermediarias
de las políticas públicas, cómo sobre una referencia estatal no se construye
una referencia social y se convierte esta en capital electoral? El caso más
criminal es el de Kolina, pero también le cabe a La Cámpora y a muchos más.
Para ser cristalino: cada referente territorial de Desarrollo Social, que es
Kolina, debería ya ser consejal de su distrito.
Uno ve el intento de Wado (que la ve) en Mercedes
y no mucho más. Bossio.
Dónde están todos esos cuadros medios que referencian Anses,
Desarrollo, Trabajo y hoy deberían ser consejales? No te hablo de diputados
nacionales puestos por Cristina.
Es lo que siempre habla Martín“Pato” Rodríguez cuando habla del desafío de pasar de solo consumir poder a
generar poder.
Tuvimos 12 años para eso. Si, incorporamos referentes
sociales como los ex piketeros, referentes en ddhh, de igualdad de género, ok.
Pero el candidato, si se juega a ganador, será un tipo que
sintetice las distintas vertientes del movimiento (territoriales como los
gobernas, los sindicatos, las organizaciones sociales, los empresarios o la
iglesia), donde aunque no todos lo vean como “propio”, nadie ciertamente lo vea
como “ajeno”. En todo caso quedará dar la interna y en caso de perder, disputar. Desde adentro, como nos enseño Néstor. Jugando a cambiar la correlación de fuerzas, construyendo referencia social, política, electoral.
El Evita aporta referentes intachables, coherencia ideológica y un programa. ¿Aporta votos?
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